Queridas estrellas:
Varios meses me he mantenido alejada del lápiz y el papel
para continuar con mis investigaciones. Regreso, por lo tanto, con nuevos datos
tremendamente interesantes. Datos que se han ido transformando en una realidad
verificable para mí y el entorno que me rodea.
Hoy os hablaré sobre el poder creador de los pensamientos.
En las últimas entradas la información que manejábamos sobre la física cuántica
,se ha ido ampliando para dar respuesta a numerosas preguntas que aún no tenían
una explicación en el campo de la ciencia.
Todo lo que existe en el Universo es energía. La energía
forma parte de todo lo que podemos observar y de todo aquello que no es
cuantificable para el ojo humano. El nuevo paradigma, y a nuevo paradigma me
refiero a las nuevas postulaciones científicas que nos ofrece la física
cuántica de unos años a esta parte, nos dice que todo lo que existe, desde lo
más denso ( una mesa), hasta lo más etéreo o sutil (un pensamiento o emoción ) está compuesto por dos elementos: ENERGÍA
+ INFORMACIÓN o ENERGÍA INFORMADA.
Por ejemplo, una mesa
o una silla están formadas por una energía sumamente densa, pero si no tuvieran
ningún tipo de información se desintegrarían, ya que existe un principio en física
: “El Principio de Entropía”. Este
principio afirma que toda materia tiene la tendencia natural a desintegrarse,
salvo que haya una información que la mantenga cohesionada. Por lo tanto si
todo lo que existe es energía con información, nosotros somos conciencias que
hemos venido a aprender una serie de lecciones en la Tierra que nos servirán
para nuestra evolución. Pero ¿qué es la conciencia?...
La conciencia es una condensación de información + emociones y sentimientos, que hemos ido adquiriendo a
lo largo de nuestra evolución en el cosmos desde hace eternidades y que continúa
evolucionando hacia el infinito. Es sutil, sin forma y su localización no se
encuentra en el plano físico de la realidad. Por esa razón, la conciencia
necesita de cuerpos más densos que puedan interactuar directamente con la
materia, emociones y pensamientos al unísono.
Cuando generamos un pensamiento o una emoción, no se quedan
estancados en un plano mental salvaguardados por la carcasa que es nuestro
cuerpo, sino que sale de nosotros ofreciendo una información que puede ser
recibida y procesada por otras personas, generando de esta manera en el
individuo receptor una emoción, una sensación, un pensamiento que puede
ofrecerle esa información sutil que la persona
está enviando, sea consciente de ello o no. De esta manera podemos
conocer la verdad interna de aquellos que nos rodean, si prestamos atención y
nos mantenemos conectados con el plano más sutil de nuestra existencia.
Pero el poder que nuestros pensamientos tienen a la hora de
crear nuestra realidad es realmente asombroso. Desde nuestro nacimiento vivimos
en una sociedad inmersa en la fatalidad. Nuestros pensamientos, en un gran
porcentaje de ellos, tienen una gran carga negativa y en muchos casos son tremendamente destructivos. Al ser una
energía cargada de información que impregna nuestro campo energético, el campo
energético de los demás y el propio campo energético de la materia, puede crear
cambios en la estructura molecular creando así nuestra propia realidad. Es por esa razón que
todos los acontecimientos que nos ocurren, todo lo que nos rodea, toda nuestra
vida es una plena proyección, por ende, creación de nuestros pensamientos.
La primera vez que estos datos se mostraron ante mí,
explicándome que todo lo que me rodeaba
era mi propia creación, me revelé. No es fácil asumir la responsabilidad
interna, la que nos lleva a ser completamente partícipes de la situación actual
en la que nos encontramos. Pero cuando la información es asimilada por la
conciencia y totalmente integrada, es cuando nos encontramos de frente con la
posibilidad real de cambiar todo aquello que deseemos transformar, tanto
interna como externamente.
Para empezar tenemos que comportarnos como observadores de
nuestros pensamientos y de nuestras emociones. Tenemos que ser capaces de
identificar cuales de ellos han sido los responsables de que nuestra situación
presente se encuentre en el punto en el que está y darles un giro de ciento
ochenta grados.
Cada vez que emanamos
un pensamiento o emoción desagradable, victimista, catastrofista, pesimista y
en algunos casos irracional gobernados por el miedo, estamos perfilando una
realidad que se va a manifestar tarde o temprano, nos guste o no, lo creamos o
no. Es la fórmula de la Ley Universal
de la Creación
y hasta ahora hemos vivido de espaldas a ella, pero estamos en un momento
crucial donde no podemos seguir cerrando los ojos ante las evidencias.
Cada vez que decimos “no puedo”, cada vez que nos catalogamos
de forma negativa e infravalorándonos, cada vez que imaginamos una situación
que deseamos pero repleta de
condicionantes, estamos creando una realidad interna que no tardará en
manifestarse de forma externa, de la que
finalmente nos costará bastante escapar.
El pensamiento genera
una información que la emoción redirecciona para finalmente materializarse. Por
lo tanto en estas situaciones anteriormente descritas, alejamos aquello que nuestro corazón ansía
por el miedo al fracaso, mandando la información de deseo, pero
redireccionándolo con la emoción de “miedo
y fracaso”, materializándose esto último y
entrando en un círculo vicioso de desesperación y falta de esperanza.
El secreto reside en tener una plena conexión con nuestra verdad interna,
para que nuestro pensamiento esté en equilibrio con nuestro corazón y así
materializar aquello que hemos venido a materializar: Vivir en plenitud y
abundancia.
Por esa razón son sumamente necesarias las herramientas de
la meditación y el trabajo personal, como parte de esta labor propia de responsabilización de nuestro poder y
creación.
Si podemos imaginar cualquier situación es porque podemos
conseguirla, ya que esa información se está gestando en un plano más sutil y
aparece en nuestra imaginación como parte del proceso. Sólo hay que conectarse
al corazón y comenzar a dibujar.
Una de las claves es no condicionar lo que deseamos
dejándonos gobernar por la mente. Un ejemplo sería el de una persona que está
opositando una plaza estatal de cualquier tipo , por el hecho de conseguir una
estabilidad económica, creyendo que este hecho en sí le hará más feliz debido a la
tranquilidad que le va a producir encontrarse en una zona de confort para el
resto de su vida. Sin embargo no encuentra manera alguna de conseguir esa plaza, después de estar años dedicado a esta
meta. En ningún momento su pensamiento estaba realmente conectado a su verdad
interna y a su corazón, sino al ego y a la necesidad, por esa razón le sigue
quedando bastante lejos aquello que se había propuesto. Si cambia su pensamiento por :
-tengo un trabajo donde me siento realizado y feliz- ,creará una información acorde a su interior
y el Universo materializará en cuestión
de días esa realidad.
También es importante que una vez hayamos integrado esta
nueva forma de vivir, ayudemos a nuestro entorno a crear una realidad diferente
para ellos. Como os explicaba antes, cuando generamos un pensamiento (energía +
información) hacia otra persona estamos mandando una señal que la otra persona
recibirá en forma de vibración. Si queremos contribuir a la realización de los
mejores fines que esa persona tenga programada, siempre lo deberemos hacer con
el mínimo de información posible, ya que si enviamos un pensamiento positivo
pero cargado de información, es muy probable que no pueda ser aprovechada.
Utilizando el mismo ejemplo de antes, si mandamos un pensamiento a alguien
cercano para que apruebe unas oposiciones, unas oposiciones que como hemos
dicho, no entra en conexión interna con la felicidad de esa persona, quedará
fuera de su campo energético y no habrá servido para mucho. Sin embargo, si
cambiamos ese pensamiento deseando desde nuestro corazón que consiga un empleo
donde sea feliz y se sienta realizado, automáticamente será recibido por el
campo de energía de la persona en cuestión y será aprovechado al máximo.
Hoy os propongo un ejercicio donde podremos crear una nueva
realidad palpable en nuestras vidas:
Nos pondremos en una postura cómoda y cerraremos los ojos.
Vamos a tomar conciencia de cada parte de nuestro cuerpo, relajándolo al
máximo. Intentaremos parar la mente dejando ir cada pensamiento banal que pase
por nuestra imaginación. Ahora abriremos el chakra corona, ubicado encima de la
cabeza y dejaremos que un halo de energía de color blanca o dorada proveniente
del cielo entre por él, impregnando cada órgano del cuerpo y lo conectaremos
directamente con el chakra corazón. Cuando hayamos conectado ambos chakras,
vamos a pensar la nueva realidad que deseamos que se manifieste de forma
inminente. Puede ser un nuevo trabajo, una nueva pareja , la solución a un
problema en concreto, etc… Lo haremos siempre desde la alegría que nos está
produciendo ser observadores y creadores de esa nueva realidad. No uséis
demasiadas condiciones. Por ejemplo, si queréis una pareja que os acompañe en
vuestro camino, no imaginéis a alguien en concreto, poniéndole cara, nombre,
edad, situación laboral específica o familiar…Si en realidad deseáis una pareja
,ser sinceros con vosotros mismos y no entréis en modo mental. Imaginad alguien
maravilloso, afín a vosotros, que os haga despertar el amor más incondicional. Imaginaos la sensación
interna que os produce su mirada, su dulzura, o su simpatía...Al igual con el
trabajo que queráis o con la solución del problema que necesitéis resolver.
Siempre conectad con la emoción que os provoca estar en presente en esa nueva
situación. No decretéis en futuro porque entonces no llegará, siempre decretad el pensamiento en presente (
Yo estoy con la pareja que siempre he deseado).
Haced este ejercicio
durante el tiempo necesario para verlo materializado. No os pongáis un tiempo
determinado, ni os desaniméis con vuestros miedos y límites, porque sino no
funcionará. ¡¡Yo os aseguro que os
sorprenderéis!!!
El ejercicio no se reducirá a momentos de meditación, aunque
he de decir que en esos instantes toma más fuerza.A partir de hoy cada vez que
os venga a la mente, de forma repetitiva generaréis ese mismo pensamiento, con
plena convicción interna que aquello por lo que estáis dispuestos a luchar, ya
se ha materializado. Asumid vuestro poder y creed en él sin ningún tipo de
restricciones.
Desde el momento en que nos hayamos responsabilizado con nosotros mismos, nuestro Universo girará a un millón de revoluciones por
segundo. Sólo entonces, aquello que llamamos magia ,entrará a forma parte de
todas y cada una de nuestras vidas.
Os deseo una feliz semana repleta de luz….Hasta la próxima
queridas estrellas…
*Imágenes: Google